domingo, 10 de enero de 2021

Amor fraternal

 


Por: Luis C./Columnista invitado

Pues mi relato inicio ya hace varios años. Mi hermana tenía en ese entonces 16 años y yo 19. Ella era delgada y bella. Un día ella y mi otra hermana, la más pequeña, estaban jugando a las escondidas, y ella se metió a mi cuarto a esconderse. Yo no me di cuenta, entré a mi cuarto, me desnudé para bañarme y ella me vio.
Yo me metí al baño y ella, al parecer, quedó inquieta pues luego de que salí del baño, me fui a mi cuarto y me acosté, ella volvió a entrar a mi cuarto y se me sentó encima, con las piernas abierta, diciéndome que jugara con ella.
Yo sentí su panochita tierna y rica encima sobre mi pene. No le hice caso, me alisté y salí. Esa misma noche sentado, viendo la tele, ella se tendió en el piso y posó para mí.
Cuando ya todos se acostaron, ella llegó a mi cuarto y me dijo que le gustó lo que sintió cuando se me subió encima, decía querer volverlo a sentir. A mí me dio temor porque ella era más chava que yo, posiblemente virgen, hasta ahí no lo sabía. Le dije que no estaba bien lo que hacía, que ella estaba algo confundida.
Pasaron los días, hasta la mañana del sábado siguiente. Ella estaba lavando trastes y mi mamá y mi abuela junto con mi hermana menor salieron. Ella me dijo que lo quería sentir nada más. Se quitó el short que tenía puesto y se sentó en mi pene, así encimita, se sentía súper rico. Ella se meneaba gustosamente hasta que la quité de encima y le dije que no podíamos seguir, que estaba rico pero que no debíamos hacerlo.
La semana siguiente siguieron sus insinuaciones, sus roces supuestamente involuntarios. Yo huía a mi cuarto con el pretexto de querer dormir, pero allá llegaba ella para seguir provocándome.
Lo terminamos haciendo algunas veces. Al cumplir la mayoría de edad ella se fue con un chavo del barrio, dejó la casa y nuestros encuentros clandestinos. Yo duré como tres años sin visitarla, sufriendo al saber que su sentir ya no era mío. Pero esa desilusión se fue desvaneciendo con el tiempo. Actualmente la visito y nos ponemos cachondos a pesar de que ella tiene ya dos hijos y está casada.


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